El Embajador Roberto Ochoa Madrid, Represente Permanente de Honduras ante las Organizaciones Internacionales en La Haya en compañía del Consejero y Sub Jefe de Misión de Honduras, Lic. José Eduardo Atala, conforman la Delegación Hondureña, presente en el XV Periodo de Sesiones de la Asamblea de Estados Parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional que se llevan a cabo en La Haya, Países Bajos entre el 16 y 24 de noviembre.

La Corte Penal Internacional se creo en 1998 y Honduras ratificó su adhesión en el 2002 y sus objetivos como órgano del sistema multilateral son garantizar que la justicia internacional fuera respetada y puesta en práctica en forma duradera.

En su intervención en el Debate General en este día, Embajador Ochoa Madrid reiteró el compromiso de Honduras de “unirse a los pueblos y gobiernos de la comunidad internacional en la búsqueda de la justicia y el estado de derecho como elementos esenciales para la paz, la seguridad internacional y el respeto universal de los derechos humanos”.

Igualmente, se reiteró los grandes esfuerzos del Gobierno del Presidente Juan Orlando Hernández Alvarado, en la lucha contra el crimen organizado Internacional, las pandillas y las maras, y el narcotrafico.

Los Estados Partes del Estatuto de Roma constataron la alta cuota de sacrificio de los hondureños: niños, mujeres y hombres víctimas de la violencia y en el menor de los casos, forzados al desplazamiento y a la migración, que han merecido una respuesta contundente de la nación,con acciones concretas, tanto a nivel nacional e internacional.

Se reiteró el compromiso de Honduras con los principios inspiradores contra los crímenes más graves y trascendentes en contra de la humanidad, dentro del máximo respeto a la soberanía de los Estados y al Principio de la No Intervención; Propugnado un fortalecimiento de la Corte Penal Internacional que garantice la implementación, universalidad, efectividad y éxito de este sistema de justicia criminal Internacional.

La intervención hondureña concluyó manifestando que “lo esencial es que todo lo que se acuerde en esta Asamblea General, contribuya al patrimonio común de la paz, la justicia y el desarrollo equitativo e inclusivo de nuestros pueblos”.